La unción de los enfermos, es uno de los sacramentos finales de la vida. Es un paso a la vida eterna pues es el final de la vida terrena hacia una vida eterna junto al creador. Los enfermos en su lecho de muerte deben confesar todos sus pecados y arrepentirse para ir limpios y en paz hacia los brazos del señor. El enfermo debe confiar en ese sendero que lo lleva hacia la paz. La unción de los enfermos también busca orar para la recuperación del cristiano, pero es una preparación psicológica y espiritual para recibir con gozo y tranquilidad sus últimos días terrenales.
La unción de los enfermos es uno de los siete sacramentos de la iglesia católica, trata de reconfortar al enfermo en sus últimos días, son momentos difíciles pero se le recuerda que es un cristiano que cree en un Dios que loo escucha, que lo ama, que lo perdona y que lo recibirá en sus brazos, pero que tiene que dejar todo en orden en la tierra para poder volar en paz. Es un sacramento de los vivos que reciben consuelo para vencer tanto enfermedades como la vejez.
El espíritu santo reconforta el alma y el caminar de alguien que siempre ha creído en Dios, o de quien no pero a la hora de su partida quiere aceptar la voluntad de Dios con humildad y amor, pues debe recibir la unción de los enfermos. Por eso es importar no esperar a última hora para llevar a cabo este sacramento, es importante hacerlo cuando se está consciente de lo que se le pido al señor.