Se ha registrado un aumento de los casos de pediculosis en España, a causa de las temperaturas y de una nueva plaga de piojos con mayor resistencia a los tratamientos habituales.
La acción parásita del piojo hace lesiones en la piel al alimentarse, ya que, la saliva que ponen al picar es muy irritante, provocando picazón que provoca rascado. Estas lesiones terminan provocando infecciones secundarias por varias bacterias y además atraen a moscas a colocar sus huevos, de los que emergerán nuevas larvas que provocarán miasis.
La infestación provoca dermatitis, reacciones de tipo alérgico, dificultad de tipo respiratoria por inhalación de pediculicidas (productos químicos) e infecciones bacterianas.
La pediculosis es más probable en niños que en adultos, y en éstos últimos más en las mujeres que en los varones. En todos los casos la transmisión es de tipo directo y se produce por contacto entre personas que están infestadas con sanas, o a través de objetos que se encuentran contaminados (peines, sombreros, almohadas, etc.). Recordemos que en esta clase de elementos los piojos pueden vivir entre 24 y 48 horas. Ocurre lo mismo en duchas de natación y areneros, siendo estos lugares donde se producen los más frecuentes contagios.
Respecto al tratamiento, una vez diagnosticada la pediculosis se procederá a efectuar el tratamiento con productos pediculicidas combinado con el uso de peine fino. Estos productos aprobados para uso humano no son 100% eficaces; si bien tienen efectos sobre los adultos y/o estados juveniles, no actúan frente a las liendres (huevos) por lo cual se debe repetir el tratamiento a los 7 días siguientes a la primera aplicación. No debe aplicarse el producto diariamente.