Tradicional y siempre confiable, Hotmail a pesar de haber sido convertido gracias a Microsoft en Outlook, continúa siendo una alternativa pertinente para gestionar la comunicación en su faceta laboral, educativa y por supuesto en lo que tiene que ver con el entretenimiento. Así pues, considerando que las cuentas de este proveedor siguen dando mucho de que hablar, además de ser pertinente revisar el tutorial para entrar en hotmail, veremos qué hacer para cambiar la contraseña cuando se ha elegido esta opción.
Con la intención de evitar vulnerabilidades y blindarse contra el robo de datos, es bien sabido que cambiar periódicamente las contraseñas, corresponde a la mejor decisión en estos escenarios ya que de esta forma se frena bastante las acciones mal intencionadas que terceros puedan llegar a cometer.
¿Cómo cambiar la contraseña en Hotmail?
- Inicia sesión de manera normal con tu cuenta Hotmail/Outlook.
- Ingresa la dirección de correo electrónico y la contraseña, pero no marques la casilla donde se pregunta si se quiere mantener la sesión iniciada.
- Una vez dentro de la cuenta, en la esquina superior derecha busca la imagen de perfil y haz clic para que se despliegue un menú en el que deberás escoger ver cuenta.
- Inmediatamente se desplegará una página alterna en la que se mostrará en la zona derecha la alternativa cambiar contraseña.
- Digita la nueva contraseña y confirma el código de seguridad para que el proceso puede ser validado.
- Por último, no olvides hacer clic en guardar.
La seguridad en el correo de Hotmail
Una buena contraseña es aquella en la que se combinan números y letras, lo ideal es que lleve mayúsculas y minúsculas y alguna clase de signo para evitar que sean palabras fáciles de intuir por los interesados en quedarse con la información personal de otro.
El correo de Hotmail al igual que cualquier otro, es mejor abrirlo a través de conexiones seguras HTTPS las cuales se identifican en la barra del navegador, pues de lo contrario, el usuario se expone a suplantaciones de sitios fraudulentos.
Las computadoras públicas no son una buena idea para abrir el correo y si es absolutamente necesario, lo mejor es tomar medidas, como por ejemplo, solicitando un código para un único inicio de sesión.
Cumplir con estas indicaciones representa el disminuir los riesgos de suplantación y de esa infinidad de acciones que pueden representar daños a corto, mediano y largo plazo; en los cambios periódicos de contraseña se encuentra buena parte de un blindaje óptimo.