Desde la Biblia se encuentran varios términos que son importantes de estudiar, en cuanto son atributos que se aplican a una vida cristiana verdadera. En ese orden de ideas, los frutos del espíritu santo (https://www.oracionalespiritusanto.org/frutos-del-espiritu-santo/) son un aspecto clave para el cristianismo, razón por la cual cada uno de los creyentes tendría que dedicar parte de su tiempo al estudio de los mismos y llevar su aplicación a la vida cotidiana.
Sobre los frutos del Espíritu Santo
A manera de resumen, se destaca que son nueve, que a continuación se mencionan: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza. Además, de acuerdo con las Escrituras, no se trata de frutos individuales que pueden ser escogidos por nosotros, sino que con la noción de fruto, se hace alusión a nueve aspectos que caracterizan a quienes caminan de verdad en el Espíritu Santo.
Pensando en lo anterior, cada uno de estos frutos del Espíritu Santo son una manifestación de una vida cristiana que se ha transformado. En el siguiente apartado se los explica.
Los nueve frutos del Espíritu Santo
- Amor. En este caso el amor es entendido como benigno, así que no he sufrido, no sean panes, no hay nada indebido, no se irrita y en ningún momento va a guardar rencor. El amor nunca deja de ser.
- Gozo. Se trata de la fuerza de la humanidad cuando se trata del gozo de Dios. Es la esperanza de llenarlo todo con paz.
- Paciencia. Las personas son fortalecidas con todo poder que proviene de la potencia de su gloria.
- Benignidad. Se vive en pobreza, en bondad, en amor sincero, con armas para aplicar la justicia a diestra y siniestra.
- Bondad. Gracias a ella se puede obrar siempre por otros y por uno mismo, ya que Dios se encargará de atender a quienes sean indignos de su llamamiento.
- Fe. Es una invitación a exaltar, alabar y creer en su nombre. Es por ello que seguir sus enseñanzas y cada una de sus indicaciones es un principio básico para la vida cotidiana.
- Mansedumbre. En caso que alguna persona sea sorprendida cometiendo una falta, habrá que restaurar la condición espiritual de esa persona considerándolo como a uno mismo.
- Templanza. En este punto, es fundamental señalar que cada persona será puesta a prueba en todo momento para dar cuenta de cuál es el estado de su virtud, fe, conocimiento, dominio propio, paciencia, entre otros valores más.