El ácido úrico es una sustancia de desecho de nuestro organismo, que se produce al metabolizar el nitrógeno de las proteínas; se produce tanto de forma natural (por la constante renovación celular) como a través del consumo de determinados alimentos que contienen purinas.
Este compuesto generalmente es execrado de nuestro cuerpo mediante la orina, sin embargo, cuando se tienen niveles muy elevados gracias a una eliminación insuficiente puede ocasionar desencadenar la formación de cristales que al depositarse en las articulaciones y riñones, generan mucho dolor e inflamación. A esto se le conoce con el nombre de gota o hiperuricemia. El ácido acético también influye.
Prevención de la gota
El no atender a tiempo la gota o hiperuricemia puede generar enfermedades aún más graves tales como la artritis crónica y el cáncer, razón está por la cual es de suma importante tener ciertos cuidados con el ácido úrico, para evitar complicaciones y males mayores.
La mejor manera de prevenir niveles elevados de ácido úrico en la sangre es ser cuidadosos con el consumo de carnes rojas, mariscos y alcohol. Estos contienen purinas que al ser metabolizadas por nuestro organismo lo generan, de allí que resulte conveniente vigilar y moderar su ingesta. Es importante que, además de esta medida preventiva, se tenga un consumo adecuado de líquidos que favorezca la correcta eliminación de este compuesto a través de la orina. Por otra parte se recomienda la inclusión de fibra y vitamina C en la dieta diaria, ya que éstos favorecen de igual manera la excreción de esta sustancia. También debe reducirse el consumo de sal para evitar así la retención de líquidos.
Pautas alimenticias para controlar los niveles de ácido úrico en sangre
Lo primero y más importante será reducir los niveles plasmáticos de ácido úrico evitando o moderando el consumo de alimentos ricos en purinas. Estas además de ser las responsables de la producción del ácido úrico están presentes en nuestro ADN y son parte de la genética de las personas.
Las purinas están presentes en los siguientes alimentos:
- Café, cacao y derivados de la cafeína
- Embutidos y carnes: ternera, cordero, chorizos, salchichas, embutidos en general.
- Legumbres: alubias, soya, judías, lentejas, frijoles, guisantes.
- Mariscos: vieiras, ostras, almejas, cangrejos, camarones, langostas, gambas, mejillones.
- Pescados: salmón, sardina, atún, arenque, caballa.
- Verduras: rábano, puerro, espinaca.
- Vísceras: riñones, corazón, intestinos, sesos e hígado.