Si bien todos los momentos son buenos para entablar una conexión espiritual con Dios, lo cierto es que a través del tiempo todas las variaciones que se desprenden de la oración se han encargado de establecer plegarias específicas no solo para la hora del día sino también para el tipo de petición que se desee manifestar. Por lo tanto, la importancia de las oraciones de la noche se encuentra básicamente en que permiten además de agradecer, solicitar protección y tranquilidad, algo imprescindible para obtener un sueño reparador.
Puesto que son muchas las formas de establecer un diálogo con el Todopoderoso, la oracion de la noche equivale ciertamente a dirigir el último pensamiento de la jornada al Ser Supremo como muestra de amor, respeto y agradecimiento.
El poder de la oración de la noche
Desafortunadamente la mente suele jugarle muy malas pasadas al hombre y suele elegir justamente la hora de ir a la cama para centrarse en pensamientos que invitan a la preocupación, las ansiedades, los miedos y los más grandes temores, esto por supuesto influye negativamente para conciliar el sueño y de paso consigue que nos invada una sensación de vulnerabilidad desbordante.
Orar en la noche es la mejor estrategia que puede emplear el creyente para encomendarse a Dios y si se quiere pedirle perdón por las malas acciones cometidas, pues es solo de esta manera que la persona puede acceder a la tranquilidad suficiente para abandonarse al sueño. Lo importante del caso es que no se trate simplemente de recitar frases sin sentido, orar equivale a reflexionar y sobretodo a sentir con el corazón aquello que se está expresando.
Las peticiones para la noche
Es común que los temores nocturnos acudan gustosos para impedir el descanso, asimismo están los síntomas de enfermedades que parecieran esperar hasta la noche para descomponernos. Así pues tanto niños como adultos pueden acudir a este tipo de plegarias para reafirmar nuevamente su fe y permitir que Dios junto a sus ángeles obre de manera tal que nada malo pueda suceder durante estas horas.
Mientras las peticiones sean honestas y acordes a los mandatos del Señor, el creyente podrá estar más que seguro de ser escuchado y contar con sus cuidados. Aquellos malhechores que se encuentren al acecho al igual que los espectros malignos que se dedican a robar energía quedan anulados cuando se le pide al Santo Padre de la manera más atenta vigilar nuestro sueño.