Todos los elementos que componen una obra musical, llevan una serie de parámetros establecidos desde la antigüedad, un descubrimiento constante de cuáles son los sonidos acordes para cada composición y como poder mezclarlos entre sí para crear una pista o canción.
La ciencia en la musicalización va más allá de los avances tecnológicos que permitieron las construcciones de los primeros instrumentos y herramientas para crear música, es una serie de estudios e investigaciones sobre cómo hacer obras de gran genialidad.
Con solo disponer de una guitarra se pueden construir diversas estructuras musicales ricas y variadas haciendo uso de los círculos armónicos existentes y dar tonos alegres, tristes e inclusive otros tipos de sensaciones como las que ofrecen los estilos Dórico, o Prigio.
La ciencia en la musicalización actual
Actualmente ya es casi imposible la creación de nuevos instrumentos, casi todos están inventados en diversas categorías ya sean de viento, percusión, o de cuerdas y la tecnología se ha basado en crear nuevos sonidos mediante sistemas computarizados y de primera calidad para sintetizar nuevas armonías y melodías.
La música es un conjunto de sonidos imperfectos que al juntarse en una justa proporción general un sistema perfecto y sin disonancias, esto se conoce como arreglo musical y es parte fundamental de la ciencia y tecnología en la musicalización.
Sonidos actuales
Hoy en día la música es netamente computarizada, los ritmos modernos hacen uso de distorsiones y sonidos alargados que generan efectos en la canción y que la hacen más vistosa, y esto está siendo puesto por encima inclusive de las letras y la estructura, volviendo hoy en día la música en un desarrollo tecnológico.