La contaminación en la tierra es innegable, pues el ser humano ha dejado miles de desperdicios en el planeta a lo largo de su existencia. Lidiamos con problemas que han llevado incluso a la extinción de especies y los ecosistemas dañados.
Todo ello sin contar con el calentamiento global, teniendo como consecuencias el derretimiento glaciar, huracanes con mayor fuerza, además de oleadas de enfermedades y aun así nuestra contaminación se ha extendido hacia el espacio, produciendo la contaminación lunar.
La población se enorgullece del viaje espacial y es un gran hito en la historia de la humanidad, pero no han tenido en cuenta las ramificaciones de este. En el año 1969 el hombre realizo su primera incursión a la luna y con este dejó una serie de aparatos enormes y una cantidad considerable de desperdicios.
¿Tiene justificación la contaminación lunar?
El ser humano puede ser orgulloso para aceptar las consecuencias de la contaminación lunar ya que, mencionamos que en el año 1.969 se realizó aquella primera incursión y no fue hasta el año 2.007 cuando la NASA admitió abiertamente que los astronautas del programa abandonaron hasta 30 kilos en desechos orgánicos junto a aproximadamente 191 objetos y equipos que han quedado a la deriva argumentando que eran necesarios para el regreso seguro de los astronautas.
La contaminación imparable del hombre
La NASA también aceptó el abandono de residuos a través de los años con sus expediciones lunares con aproximadamente más de 167.400 kilos en aparatos abandonados, materiales sin utilidad alguna y aunque no todo se puede contar como basura, es innegable que la contaminación está hecha.
Por lo tanto, se deberían tomar medidas como incursiones con el objetivo de reducir la cantidad de desperdicios lunares.