Un accidente cerebrovascular (ACV), es el resultado de la obstrucción o reducción del suministro de sangre que se dirige al cerebro, dejándolo sin los nutrientes u oxígeno necesarios para su buen funcionamiento.
Esta limitación del abastecimiento sanguíneo, puede acarrear peligrosas consecuencias en pocos minutos, debido a que las neuronas comienzan a morir.
En este sentido, los ACV son considerados urgencias médicas en las cuales, identificar sus síntomas y reaccionar inmediatamente, son las claves para salvar vidas.
Principales síntomas de un accidente cerebrovascular
Pese a que los dolores de cabeza extremadamente fuertes e imprevistos, a la par de vómitos, irracionalidad y mareos, pueden ser síntomas de un ACV, también hay otras señales mucho más evidentes.
Entre estas sintomatologías destacan las parálisis faciales o en las extremidades (brazos y piernas), aunque comúnmente ocurren en un solo lado del cuerpo.
Asimismo, perder el equilibrio y la coordinación, sobre todo a la hora de caminar, pueden hacerte saber que alguien está teniendo un accidente cerebrovascular.
Por otra parte, confundirse y tener dificultades para comunicarse (comprender y hablar), o dejar de ver parcial o totalmente, ya sea en uno o en los dos ojos, también son indicios de un ACV.
¿Qué hacer ante un ACV?
Si te encuentras ante una posible víctima de ACV, el tiempo valdrá oro, así que debes llevar a la persona afectada a recibir atención médica.
Toma en cuenta que los síntomas pueden desaparecer en ocasiones, pero aun así lo mejor será reaccionar de la manera más rápida posible.
Y es que mientras más tiempo dure el accidente cerebrovascular, peor serán las consecuencias, es decir, discapacidad o daño cerebral.