Un atrapasueños es un objeto étnico constituido por un sostén o apoyo en forma de anillo sobre el que se teje una red floja en forma de tela de araña en su interior y que suele estar decorado con diversos objetos como plumas y cuentas.

El atrapasueños es también llamado cazador de sueños y es hecho completamente a mano. La base o anillo es fabricado tradicionalmente con madera de sauce. Es una pieza que se considera propia del pueblo ojibwa, uno de los pueblos originarios de América del Norte con mayor población. En su lenguaje se le dice asabikeshiinh, que significa araña, pero también lo llaman bawaajige nagwaagan que se traduciría como: trampa de sueños. Corresponde entonces a un enlace ancestral con el mundo espiritual preparado para filtrar los sueños, porque dejaría pasar solo los sueños buenos o positivos, mientras que las pesadillas o negativos, quedarían atrapados en la red para desaparecer con la primera luz del día.
Para el pueblo nativo lakota o lakhota, perteneciente a la tribu sioux, los atrapasueños funcionan completamente al revés: los malos sueños pasan a través de la red, mientras que los buenos quedaran atrapados en los hilos para deslizarse lentamente por las plumas durante la noche y llegar hasta la persona que duerme debajo.

En la actualidad esa artesanía es expuesta y vendida en los asentamientos nativos ubicados en los estados norteamericanos de Wisconsin y Minnesota, así como en la provincia canadiense de Ontario, pero por la demanda del caza sueños, bien como adorno, como talismán de protección o por creencias de propiedades espirituales que ayudan a conseguir lo que uno se propone, se ha creado un mercado de oferta con elaboración del producto hasta en China, así como, la venta al detal y por mayor a través de internet en muchos países.